"rojo_roquetas" escribió aquí: |
He leído todos los post de los compañeros, sin duda más preparados y concienzudos que yo y, después de alguna duda me atrevo a exponer mi opinión.
Cuando se estrenaron "El nacimiento de una nación", "El acorazado Potemkin" o "Metrópolis", sus directores, que no son precisamente de segunda fila, además de expresar su particular ideología artística, política y religiosa, trataron de ofrecer un espectáculo visual grandioso y llamativo que atrajese al espectador, exactamente igual que las superproducciones actuales; eso si, con resultados infinitamente mejores. Los estudios y productores también metian mano a las cintas y obligaban al director a modificar su obra (de hecho Von Stroheim es el director más "
retocado" de la historia del cine). Y en aquellos gloriosos tiempos también se filmaron "
bodrios" comerciales tan "
clásicos" y exitosos como "El hijo del caid" o "
ladrillos" tan pretenciosos e infumables con repartos estelares como "Oliver Twist". E incluso había directores innovadores e independientes que hacían cine "
casi de autor" como Dreyer ("La pasión de Juana de Arco" es experimental 80 años después de su rodaje) o Murnau (En "El último" se empeñó en no colocar intertitulos y casí lo consiguió).
Me da la impresión de que el cine ha cambiado al ritmo frenetico del siglo XX adaptandose a los tiempos, pasando del capitalismo al consumismo, desde la cámara de manivela a la infografía, absorviendo todos los avances tecnológicos y todos los cambios sociales del siglo, siempre tratando de conjugar tres tendencias opuestas: directores que pretenden hacer algo nuevo y mantenerse independientes, artesanos más o menos eficaces a las ordenes de los estudios que tratan de aumentar la taquilla a toda costa, y buenos directores que terminan rentabilizando las obras maestras de su juventud con películas "
maduras" bastante más mediocres. Los síntomas de la enfermedad del cine ya podían adivinarse cuando aún no había aprendido a hablar.
En lo que si estoy de acuerdo con alguno de los compañeros es en que a partir de los 80 Spielberg y Lucas, ayudados por algunas cintas "
traidoras" de grandes directores como Coppola, Scorcese y algún otro que dieron prestigio al engendro, inventaron un cine palomitero y superficial, que prescinde de la reflexión y se basa en la emoción barata, la lágrima cursí y la risa fácil. Y este cine anegó las pantallas y sobre todo lo que realmente interesaba a la máquina de hacer dinero, los videoclubs. Como el resto de las artes y mejor que ninguna, el cine se adaptó a la sociedad consumista. Y el triunfo de ese tipo de cine es casi absoluto, sobre todo en las pequeñas ciudades de provincia como la mia (soy de Almería, en la esquina inferior derecha de nuestra piel de toro), donde no existen cine-clubs, ni sesiones continuas, ni versiones originales.
Pero el cine no está muerto, y de pronto surgen grandes películas en cualquier rincón del planeta. En Brasil, en Méjico, en China, en Corea o incluso en España. Y asi, en los últimos diez años se han estrenado cosas como "La isla", "Gato negro, gato blanco", "Amores perros", "Ciudad de Dios", "La casa de las dagas voladoras", "Los amantes del Círculo Polar", "Solas", "Azul oscuro casi negro", "Good Bye, Lenin"... No, en mi opinión el cine no esta muerto. Pero en esta sociedad sobreinformada y poco cultivada estas películas se diluyen entre la masa del cine comercial y pasan desapercibidas para un gran público que, si se detuviese a verlas, disfrutaría con ellas.
El sábado pasado, con unos amigos que jamás habían visto cine mudo, vi en mi casa "Luces de la ciudad" y a todos se nos saltaron las lágrimas. Hemos quedado para ver más cine de Chaplin.
Hoy, mientras trabajaba, un amigo al que grabé "Tropa de elite" me ha llamado tan sólo para decirme que se había quedado "
flipado" con la peli y preguntarme si tenía más cine brasileño. He prometido que le grabaría "Ciudad de Dios".
No, sinceramente creo que no. El cine no está muerto y no morirá jamás, a pesar de Hollywood y de los críticos de cine, porque es el arte total, la mejor forma de llegar al corazón y a la mente humanas y, además, internet y las nuevas tecnologías ponen al alcance de cualquiera todo el cine que se hace en el mundo. Mientras quede un director dispuesto a conectar con un espectador y un espectador dispuesto a abrir sus ojos, su mente y su corazón durante un par de horas el cine seguirá vivo.
Eso si, tampoco se puede decir que en la actualidad goce de una salud excelente.
Saludos a todos.
El usuario que que escribió este post está inactivo desde el 6to Bimestre del 2008