Les cuento mi historia como colaborador en Ci-Cl, resulta que un día
TOTEM me ofrece colaborar con el sitio y me quedé helado pues no tenía idea cómo y qué hacer; igual acepté.
Como cualquier neófito lo primero que hice fue imitar a los personajes de renombre del sitio, es decir hablar y hablar, me puse frente a la base de datos y hablé y hablé, como resultado de ello logré
nada.
Empecé a pensar y me dije, claro, si no colocás tu boca en forma perfectamente perpendicular al monitor la PC no te va a entender. Lo hice y después de hablar y hablar la pantalla se ponía en negro, creyendo en ese momento que se había aburrido y dormido (después aprendí que no tenía un protector de pantalla habilitado).
Luego pasé a la CPU y de vuelta, hablar y hablar, obteniendo como respuesta un aire tibio emitido por el ventilador lateral en pleno invierno (cooler para los cool), como dándome una palmada en el hombro y diciéndome “dale, seguí así que lo vas a lograr”. Una vez me enojé y le dí un golpe y me respondió sacándome lengua (después aprendí que se había abierto la bandeja de CD y DVD).
Luego de varios días de insistir vi mi aspecto y parecía un linyera por los nervios y la malasangre de que la base de datos no hacía nada. A continuación levanté la vista y veo que una camarita me está filmando y me pregunto: “¿Cómo esta PC me va a dar bola con esa facha?”. Salgo corriendo y compro un traje Armani (todavía lo estoy pagando), me afeito y trato de mejorar mi imagen (la naturaleza no fue muy generosa conmigo, por cierto). También alquilo un teleprompter (no vaya a ser que la PC se dé cuenta que estoy leyendo las instrucciones). Como respuesta la lucecita de la cámara tenía la misma expresión que la mirada del pescado del final de la “Dolce Vita”.
Preso de los nervios miro el teclado y me digo, están todas las letras del abecedario pero quizás este rompecabezas de letras no está bien armado y por eso la PC no me entiende.
Intento armar la máquina Enigma a partir de mi teclado, tomo un curso acelerado en la Universidad y me quedo madrugadas enteras estudiando a Alan Turing y su infernal máquina tratando de descubrir qué maldito criptograma es el que me separa de mi PC. La respuesta es la de siempre, nada, el teclado fijo a su base como los adoquines en el empedrado de la puerta de la casa de mi abuela.
Uno se va poniendo viejo y por empatía se pregunta: “¿No se estará quedando sorda mi máquina?”; luego aprendo que se puede enchufar un micrófono y repito todo… y nada. Me quité de la cabeza ser en un futuro un famoso locutor.
Por último subí el volumen y coloqué los parlantes pegados a mis oídos, razonando un poquito me di cuenta que soy mucho más veterano que la lozana PC y el sordo debía ser yo; ansié que me contestará en mi idioma y… ya se imaginan ¿no? Exacto, nada. Me contuve para no agarrarlos y derretirlos de a poco en el microondas.
En esos momentos uno acumula tanto bronca que pierde la cabeza, ¿qué hice se preguntarán?, agarré el mouse y lo deslicé con todas mis fuerzas contra la pared y de pronto la flechita se movió y quedó justo encima del botón
Editar; ckickeé de curioso que uno es y vi un montón de símbolos raros que hasta Don Turing se hubiera sorpendido, consulté a un amigo filólogo y me confirmó que no era hebreo, árabe ni chino. A partir de ahí me asesoré con
TOTEM, Forrest Gump, droid y Alekhine; ahí
“vi la luz”,
“la verdad revelada”, descubrí que sentándome con paciencia y horas de trabajo se podía “domar” a la base de datos. Aprendí a abrir una pestaña e ir a IMDb (copiar y pegar el enlace es muy fácil señores posteadores, tan fácil como citar si hay un hilo abierto anteriormente para ayudar al mantenimiento), buscar infomación en por ej. Filmaffinity, realizar capturas, unir hilos (“no abuela, no estoy por coser nada”) etc. etc.
Y la conclusión más importante que me llevo de aquí luego de mi pequeña colaboración es que sólo (perdón a la RAE, pero no me acostumbro sin acento) sirve hablar y hablar cuando se habla de
CINE, porque allí es precisamente cuando uno aprende.
Perdón a los integrantes del Staff de ese momento, hice lo que pude (lo aprendí de la vida, nunca se hace lo que uno quiere) para bien del sitio y de todos (y todas, por si estás leyendo Cristi,
)
No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio. (Proverbio árabe)Saludos y buena vida para todos.