por luis1214 » Lun Nov 02, 2009 9:39 pm
Voy a tener que disentir de casi todos por pereza que me dé.
Sobre el aspecto formal, la ausencia de decorados y todo eso: lo que Von Trier pretende es que no te distraigas con nada que no sea el asunto, que te lo comas crudo. No es un invento suyo sino de Bertolt Brech, a quien no he visto citado en ninguna crítica de esta película: debe significar que casi nadie conoce a Bertolt Brech (y, sin embargo, durará mucho más que casi todo el cine y teatro que vemos: es serio)
Pero, ya que Von Trier no quiere que nos distraigamos del asunto, voy con él. En primer lugar, no es un cuadro de un lugar particular: la gente es así, esa es la tesis. Él dice que tú, yo y el otro somos así. Por eso no pone referencias geográficas ni culturales del lugar y por eso intervienen todos los habitantes, para que no se crea que es cosa de un grupo. ¿Y qué opina de ellos?: opina que si alguien quiere algo: material, sexual, satisfactorio para su ego, o de la índole que sea, y lo puede obtener gratis, con el permiso del grupo en el que vive no dudará en cogerlo aunque haga más miserable al que nada tiene y al ser más candoroso Y, SOBRE TODO, INOFENSIVO. Así es, vemos pasar a todos los tipos, incluso al que va de bueno y espiritual, a la que dice no querer nada de nadie y a todo el repertorio de formas de estar.
Muestra que no hay leyes morales para la gente que estén por encima de lo que en el lugar se permite hacer, diríamos que los que mandan en el lugar, sea mucho o poco, deciden la licitud o ilicitud de los actos. También demuestra lo fácil que es dar una justificación para cualquier cosa, basta el permiso grupal, explícito o tácito.
Añadiría algo sobre el importante final pero los spoilers están muy mal y me aguantaré.
Una película ambiciosa en la indagación del ser humano. Me gusta de Von Trier que siga metiéndose en lo que nos interesa por difícil que sea. No se adocena. La de Antichrist creo que es dura incluso para mí. Pero seguro que es seria.
Saludos.
Me cortaron las alas los cuerdos de atar (Sabina)