Mis profesoras me querían mucho. Era buen alumno y me portaba bien. Pero el amor no siempre es recíproco,Don Chungón escribió:Pues a mí lo que me hizo soportable la "condena" fue una profesora. La de Matemáticas, joder qué recuerdos, me daban ganas de repetir cursoToma Alistar escribió:Jaja, no. Pero tuve que pasar por el aro. Recuerdo a una monja que una vez, en un examen de Filosofía, me bajó un punto por lo que ella consideró un "comentario herético",. Después ella se fue (no, la monja no
) y me volví al instituto. De una cárcel a otra, "ella" era lo único que hacía transitable el trayecto.
. (Esta cara verde es demasiado hostil).
