Re: The Love Expert (David Kirkland, 1920) WebRip VOSE
Publicado: 13 Sep 2017 06:04
Compruebo con asombro que Constance Talmadge falleció en 1973. Siempre había creído que había muerto un par de años antes que Edgar Neville, con quien mantuvo un apasionado idilio en Hollywood en 1929. Los amores duraron un año, hasta que Neville tuvo que volverse a España con su mujer, la malagueña Ángeles Rubio Argüelles, y su hijo.
En septiembre de 1965 Neville publicó en ABC una necrológica de Connie, aunque, lógicamente no daba su nombre: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.e ... 2/003.html.
En septiembre de 1965 Neville publicó en ABC una necrológica de Connie, aunque, lógicamente no daba su nombre: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.e ... 2/003.html.
Por esas mismas escribe en su diario una elegía en la que cifra en aquel amor su juventud perdida.No nos habíamos vuelto a ver en treinta años. Primero no quisimos, era demasiado arriesgado volver a encontrarnos; tal vez lo hubiéramos tirado todo por la borda para volver a reunimos... Y más tarde era difícil y ella no deseaba que la viese envejecer y yo tampoco quería que comprobase en lo que se había convertido su enamorado español.
Sin embargo sabíamos el uno del otro cada dos o tres años... "Está en París, tal vez venga a la Feria..." "La he visto en. Montecatini, sigue muy bella..." ¡Cómo no iba a seguir bella si era la belleza misma!
Ahora ya desalojo de mi alma los recuerdos. Es preciso enterrarlos con ella. Nuestros alegres días de Hollywood, los fines de semana en el campo, los juramentos de no separarnos jamás... Y el día en que convinimos que era imposible seguir juntos. Y el adiós en la estación, y el último beso al arrancar el tren que me traía a España y su pañuelo manchado de rojo y lágrimas, y la última visión de su maravillosa cabeza al dar la vuelta el vagón. Y luego cables, telegramas, cartas y, por fin, nada... Treinta años. Toda una vida. Y hoy la noticia: ya no es de este mundo, ya está bajo la fina hierba de aquellos apacibles cementerios americanos. Y dentro mí resuena el violín y el vals de Debussy...