JÛJIRO
(Encrucijada)
(1928)
IMDb
Producción
Shôchiku
Director
Teinosuke Kinugasa
Guion
Teinosuke Kinugasa
Fotografía
Kohei Sugiyama
Intérpretes
Akiko Chihaya
Junosuke Bando
Yukiko Ogawa
Ippei Sohma
Misao Seki
Yoshie Nakagawa
Kazuo Hasegawa
En el japón del siglo XVIII, el samurái Rikiya se bate en un duelo por la geisha O-ume. Gravemente herido, vuelve a su casa donde su hermana Okiku le cura. Una vez recuperado, va a ver a O-ume pero se la encuentra en brazos del hombre que creía haber matado... (FILMAFFINITY)
Es una película impresionista japonesa silente. Hablaré de la impresión en lugar de la trama, como corresponde. Hay un hermano y una hermana que viven (o más bien sobreviven) en una vivienda, en una noche permanente. Su morada está a la sombra del distrito de placer, las calles están contraídas y sofocantes, el aire está quemado, la luz es fugaz. El hermano se ha obsesionado con una anfitriona, O-yume, una banshee (alma en pena) pintada y fetichizada que te pone los pelos de punta cuando empieza a gritar, constantemente entre risas epilépticas, mientras la pantalla del cine amenaza con desquiciarse. La hermana es una bola de papel en una gran ola, no tiene control de los acontecimientos y no puede contener a su hermano y su peligrosa obsesión (intenta asesinar a los rivales).
No seguiré. El insalubre distrito de Yoshiwara es un sueño de opio, luces febriles morbosas que luchan por iluminar a arqueros sentados, una rueda de lotería que gira, borrachos y prostitutas con ojos desorbitados. La película es casi como una exposición de pinturas de rostros de demonios. Un samurái con el rostro ardiendo de pavor, caliente al tacto, humilla al hermano. Ha robado un vestido exquisito que su hermana costurera había hecho por encargo para un cliente, ha echado el ancla en una tormenta, ha robado un bote salvavidas y se lo presenta a O-yume. El samurái se lo quita y lo hace pedazos, como si estuviera rasgando la tela de un sueño encantado, desgarrando un himen. El hermano sufre una humillación y una paliza. Somos objeto de empañados planos de su sufrimiento, repletos de montajes escandalosos y salvajes y de planos superpuestos muy adelantados a su tiempo cinematográficamente hablando. En realidad, el trabajo de cámara de Yoshiwara te coloca entre la multitud: realmente sientes que estás allí.
La película se divide en tres actos, el primero visto por mí con la boca abierta, una obra maestra desordenada de impresión onírica. El segundo hipnótico, doloroso y de tempo lento. Terminamos con un crescendo que combina estrellas y encrucijadas y montajes claramente sobrenaturales. No puedo creer lo que me acaba de pasar viendo esta película, estoy atónito, en realidad no tengo idea de cuánto tiempo duró "Jujiro". La vi con el acompañamiento en vivo de dos músicos que se batían a duelo con la música electrónica experimental. Es importante que mencione el aspecto musical porque el director claramente amplía ciertas escenas con el propósito expreso de permitir que los músicos hagan aflorar la emoción. Cine absolutamente asombroso.
(IMDb, Traducción de Eddie Constanti)
Datos técnicos
Jujiro 1928.mp4 [635.80 Mb]
Subtítulos en español.
Traducción: Roberto A.
Revisión: Eddie Constanti.