«Hay, sin embargo, una habitación en Caligari. Es una habitación de mujer o, mejor, de muchacha, hija de un médico. Es en el marco de esta habitación repleta de velos y transparencias donde tendrá lugar el rapto. Cesare, el pálido sonámbulo vestido de negro, se desliza a lo largo de los muros, aparece en la encrucijada, atrapa a la muchacha entre las sábanas que la cubren y la arrastra con sus cabe los despeinados. La aparición en el encuadre de la ventana, la mirada del ser monstruoso sobre la joven dormida, el rapto y el acto: todos ellos son signos que atraviesan los
Estudios sobre la histeria en el apartado titulado
Historiales clínicos. En él germinan relatos, fragmentos de textos femeninos, repletos de terrores nocturnos en habitaciones burguesas asfixiantes. Escenas de seducción: el rapto de la muchacha por el sonámbulo se inscribe en idéntica fantasmática. Un pálido rostro andrógino, un acto de crisis, una noche fecunda y, sobre todo, la mirada fija y brutal"
Catherine Clement, "Les charlatans et les hystériques", Psychanalyse et cinema
En las estancias de Hades, el alma y la sombra.