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Sinopsis
La película ‘The Devils’ o ‘Los demonios’ como se la pudo conocer en algunos pocos países hispanoparlantes, tuvo una larga y controvertida historia de la censura en muchos países. En el mío (Argentina), se la pudo llegar a ver por unas pocas semanas allá por 1973 cuando la llegada de un gobierno muy populista abolió (por poco tiempo) todas las formas de censura y quiénes éramos muy jóvenes nos dimos literalmente hablando un atracón de cine que había sido imposible de ver por muchos años.
Yo era apenas un joven que me ‘colaba’ en los cines para ver algunas de esas joyas, por eso tiene un recuerdo muy entrañable de otras épocas.
Para los que no conocen mucho de este film, recomiendo leer la página de Wikipedia (en inglés) sobre el film, donde se narran las peripecias y horribles recortes que sufrió el film. Incluso hoy quien tiene los derechos de la misma (Warner) nunca autorizó la edición comercial del film completo. La mayoría de las copias (legales o no) que hay por ahí cuentan como máximo con unos 100 minutos, esta copia presenta 108 minutos.
AÑO: 1971
DURACIÓN: 1h 48m
PAÍS: USA
DIRECTOR: Ken Russell
GUIÓN: Ken Rusell, basado en ‘Los demonios de Loudun’ de Aldous Huxley
MÚSICA: Peter Maxwell Davies
FOTOGRAFÍA: David Watkin
REPARTO:
Oliver Reed / Vanessa Redgrave / Dudley Sutton
Max Adrian / Gemma Jones / Murray Melvin
PRODUCTORA: Ken Russell / Robert H. Solo
GÉNERO: Historia / Drama
Debo aclarar que esta copia no es de gran calidad, me atreví a subirla al sitio dado que es una curiosidad, y casi no hay copias disponibles.
Las capturas que hay más abajo no se corresponden con la calidad de la copia que verán, las puse para que puedan apreciar, aunque sea en parte, algo de la fotografía original de la misma.
Tal como me pidieron, agregué debajo unas capturas del ripeo que se subió al post, para distinguirlos les puse un pequeño marco oscuro.
Datos técnicos
Código: Seleccionar todo
General
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Title : Audio
Argumento y crítica provista por James Wallestein
‘Dimensión fantástica’ - http://dimensionfantastica.blogspot.com.ar/
Una película muy desconocida de Ken Russell que tuvo a principios de los 70 una polémica impresionante por el hecho de tocar temas religiosos de forma muy escabrosa.
Todo está basado libremente en unos hechos reales ocurridos en el siglo XVII en el convento de Loudun, en Francia, en el que supuestamente fueron poseídas unas monjas ursulinas por el diablo, en 1634. El sacerdote Urbano Grandier fue condenado de introducir el demonio en las monjas, al que se le acusó de brujería, actos demoniacos y de abusar sexualmente de todas aquellas mujeres, sumiendo al convento en continuas orgías que fueron presenciadas por habitantes de los alrededores. Fue uno de los acontecimientos más sensacionalistas que ocurrieron en la Francia del rey Luis XIII y el archiconocido cardenal Richelieu.
El escritor Aldous Huxley, el inmortal creador de la novela Un mundo feliz (1932), escribió un fascinante ensayo sobre aquel acontecimiento en 1952, llamado Los demonios de Loudun. En 1969 el compositor Krzysztof Pendereck creó una ópera basada en dicho ensayo, que tuvo bastante repercusión en aquella época. Al final en 1971 Ken Russell decidió llevar a la gran pantalla la novela basándose en el ensayo de Huxley y en escritos históricos que recopiló en Francia, sobre aquel tenebroso suceso. Hay quien dice, extremo sin confirmar, que el trabajo de Russell tuvo valiosos consejos a la hora de su plasmación por parte de Stanley Kubrick, que consideró la historia muy interesante.
La historia trata de una lucha entre los protestantes y los católicos en la Francia del siglo XVII. El cardenal Richelieu llega a la ciudad de Loudun, tras haber muerto su gobernador. El sacerdote Urbano Grandier ha asumido el control de la ciudad y el cardenal decide destruir parte de la ciudad para poder controlar mejor a la población campesina. Urbano se enfrenta a Richelieu y alza a los campesinos contra él, sublevando al pueblo y haciendo que el cardenal se retire odiando al sacerdote. La idea de Richelieu es acabar con todos los auto-gobiernos en la ciudades o regiones francesas, para que así tanto el rey como la sede de la iglesia (de la cual él es su cabeza) controlen completamente el país. Para ello urde una conspiración contra Urbano, acusándole de satanismo y posesión diabólica. Para ello se vale de los testimonios de pueblerinos que hablan de orgías con las monjas. Efectivamente el sacerdote era un mujeriego y se acostaba con alguna de las monjitas. Pero la cosa fue multiplicada de forma alucinante y loca por mentes fanáticas, envidiosas, sin cultura y enfermizas. Total que la madre superiora fue acusada de estar poseída por diablo. Bajo torturas confesó que fue el sacerdote quien la había poseído, la monja dice que ha sido Urbano quien la ha poseído, todo también en parte por celos al saber de relaciones de este con otras monjas de convento. Total que todo eso es pretexto suficiente para hacer que Richelieu se lleve al huerto al manipulable rey de Francia, de marcadas tendencias homosexuales (al parecer) y que llevaba una vida alocada y jubilosa, para juzgar a Urbano, condenarlo y quitárselo de en medio. Por ello fue encarcelado, torturado, y luego declarado culpable, y más tarde quemado en la hoguera. Así Richelieu tomó el control de dicha población y este escabroso suceso sirvió para afianzar su poder y atemorizar a sus posibles opositores y enemigos.
Como se puede comprobar además de que el film se basa en un acontecimiento histórico, dicho suceso es tremendamente INTERESANTE. El guión es bueno, realmente bueno, pero digamos que aquí Ken Russell decidió visualizar esa historia a los espectadores con una atmósfera tan delirante como intemporal. Ver este film es sentir a Dalí, con su locura surrealista, como contemplar uno de sus extraños e imposibles cuadros. Todo gracias primero a unos decorados geniales de Derek Jarman y Robert Cartwright, y a un alucinante diseño de producción que recuerda también a los comics más delirantes de Grant Morrison The Invisibles, que por cierto en uno de sus tomos hay una orgía religiosa sospechosamente inspirada en lo de Loudun. ¿Coincidencia? ¡Diablos! Bueno, los escenarios de la ciudad, sus muros, su plaza principal, la cárcel, la prisión con sus paredes blancas y claustrofóbicas son fenomenales. A ello hay que añadirles las grandísimas interpretaciones de Oliver Reed y Vanessa Redgrave.
La película tampoco es perfecta, ya que hay determinadas partes de la trama confusas y en algunos momentos el film pierde el control y se vuelve tan delirante como incomprensible, como si estuviéramos dentro de una pesadilla retorcida. No es un problema del guión sino que hablamos de un problema de sobreactuación interior del film sobre sus propios conceptos interiores. Esa marcada tendencia hacia la estridencia y hacia lo teatralmente chillón, lastran un film que tuvo que haberse tomado más en serio a sí mismo. Como por ejemplo con la escena de la profanación de Cristo, una de las escenas más famosas de la historia del cine. La escena muestra una escena con la monjas poseídas y en pelotas, follando entre ellas, haciendo la cabra y follándose a una figura de Jesucristo. Todo revestido con un grafismo en cuanto a desnudos integrales y actos explícitos que te cagabas por las patas abajo en aquel tiempo, recordamos de nuevo a principio de los 70. Esa escena fue amputada del montaje original, y aún así, el film no llegó a ser estrenado en cines en los Estados Unidos, por la polémica e inmoralidad que arrastraba.
En el 2002 el crítico de cine Mark Kermode, encontró en Inglaterra el rollo con la mencionada escena amputada, cosa que fue todo un acontecimiento pues se creía que la escena estaba ya perdida, desaparecida o destruida deliberadamente. En el 2004 se estrenó una versión íntegra del film en Inglaterra, con la alucinante escena restaurada y en toda su plenitud. Ver la cara grotesca y obscena de Jesucristo en la cruz, como gimiendo de placer, mientras una monja le chupa su polla de madera, y otras en pelotas se masturban restregando el coño contra sus manos y su cuerpo, es increíble. Una escena para ver, en serio, sino se tiene prejuicios religiosos y/o morales: EL RESTO ABSTENERSE.
Increíble es el plano final como sacado de un cuadro medieval de el Bosco, que siempre me fascinaron de niño. Eran macabros... Muy macabros y terroríficos. Muy buena es la escena del rey de Francia divirtiéndose cazando "pájaros", que no son otra cosa que desgraciados disfrazados de pajarracos, corriendo por los bosques. Una escena ciertamente memorable. El film, en realidad no contiene terror propiamente dicho, ni asoma ni siquiera un poquito por algún costado el rabo de Satanás. El film es un reconstrucción muy libre, delirante, barroca y surrealista de unos sucesos supuestamente satánicos. , pero desprenden una gran fantasía, un ambiente muy fantástico y una imaginería visual muy sugerente. Todo esto en conjunto hacen que este film sea una pieza de culto muy interesante.
Argumento y crítica provistos por Iveldie
– 'cine escondido’ - http://iveldie.blogspot.com.ar/
De toda la filmografía del polémico director Ken Russell destaca sobre todo una película, The Devils, filme que contiene todos los excesos y virtudes de su cine y que se ha convertido en todo un mito y película de culto. Gran parte de sus controvertidas imágenes tuvieron que ser eliminadas para no obtener la clasificación de película X. Estas escenas se perdieron, y no fue hasta en el año 2004 que se pudo ver una copia casi íntegra en el "National Film Theatre" de Londres, versión que el mismo Ken Russell daba por imposible. El crítico Mark Kermode fue quién encontró en el 2002 la escena de la violación de Cristo, así como el resto de escenas descartadas. Así, por fin se puede ver en todo su esplendor la representación cinematográfica que hizo Ken Russel del caso de las monjas ursulinas cuya supuesta posesión diabólica en el convento francés de Loudun fue uno de los sucesos más famosos de la época de Luis XIII y el Cardenal Richelieu. La película está basada en un ensayo de Aldous Huxley, The Devils of Loudun, publicada en 1952, que se basó en el suceso real para escribirlo. Anteriormente Jercy Kawalerowicz ya hizo una película sobre el tema, “Madre Juana de los ángeles” (Matka Joanna od Aniolow, 1962), aunque se basaba más en lo que ocurrió después de estos acontecimientos.
La película de Ken Russell, aunque tenga como base el tema de la posesión de las monjas, se centra principalmente en el personaje de Grandier, el sacerdote al que el Cardenal Richelieu acusa de hechizar a las monjas. Para ello se basa en que las eclesiásticas tienen fantasías sexuales con él, llegando alguna de ellas hasta a consumar el acto. La madre superiora es quien está más obsesionada con el sacerdote, y es a ella en principio a quien se le acusa de estar poseída por el diablo. Mediante unas torturas sexuales salvajes se le obliga a que confiese El personaje del padre Grandier está brillantemente interpretado por Oliver Reed, actor fetiche de Ken Russell que ha trabajado en varias de sus películas.
Las razones de toda esta conspiración son que Grandier, después de la muerte del gobernador Saint-Marthe, asume los poderes de la ciudad protestante de Loudoun, situada en una fortaleza. El Cardenal Richelieu llega a la ciudad con un grupo de hombres con la idea de derrumbar los muros , para tener un mayor control sobre ella. Grandier se opone a ello alza al pueblo contra los invasores, amenazando de muerte al Cardenal, exigiéndole un decreto real del que no dispone. Richelieu inventará todos estas historias sobre el sacerdote para demostrarle al Rey Luis XIII que Grandier está poseído por el diablo y así poderlo eliminar de su camino y seguir con su lucha particular contra los protestantes. Su fin es conseguir una Francia donde Iglesia y Estado sean una misma cosa y eliminar todos los auto-gobiernos de las pequeñas ciudades.
Aunque toda la historia de por sí ya tiene el suficiente interés como para mantener ocupado al espectador, lo que más llama la atención en esta película es la forma en la que nos lo muestra Ken Russell. En la escena inicial ya vemos el peculiar estilo de este director con una representación del nacimiento de Venus, interpretada por un Luis XIII travestido, mostrándonos claramente las tendencias sexuales de este. Recordemos que siempre ha existido la polémica sobre la presunta homosexualidad y misoginia del antiguo Rey de Francia. Ken Russell no tarda ni un minuto en ofrecernos su visión al respecto. En dicha representación, rodeando al católico Cardenal Richelieu, se encuentran numerosos transexuales, ofreciéndonos un extravagante paisaje.
En una escena posterior vemos a la madre Jeanne en el convento viendo como Grandier ofrece los oficios por la muerte del Gobernador. Los deseos hacia él le impregnan de un sentimiento de culpa, que no es mostrado en una secuencia onírica, con aire bastante surrealista. Este estilo es el que usará Ken Russell durante todo el filme para mostrarnos la culpabilidad de la religiosa. Una de las más impactantes es cuando ve la imagen de Cristo siendo clavado en la cruz, luego este se transforma en Grandier y va volando hacia la ella, esta le lame todo el cuerpo y luego realiza el acto sexual delante de todo el público que presentaba la crucifixión. El personaje de Jeanne, la madre superiora, está interpretado por Vanessa Redgrave. Su papel es impresionante, ofreciéndonos una actuación que pone los pelos de punta. Su expresión, con la cabeza torcida es algo que uno nunca podrá olvidar.
Para demostrar la posesión diabólica de la madre Jeanne, el Cardenal Richelieu se hace con los servicios de un exorcista y cazador de brujas, el padre Barre. Un sacerdote con un aspecto que parece más del siglo XX que del XVII. Después de no poder sacarle nada mediante las torturas lo que hace es coger a todas las monjas del convento para fusilarlas. En el último momento les dice que todavía pueden salvarse, aceptando ante el rey que el espíritu de Grandier las ha poseído. Así las monjas hacen una representación de posesión colectiva frente al rey en una de las escenas más delirantes que se ha rodado jamás. Todas las monjas, desnudas, gritando, revolcándose por el suelo, acariciando cirios como si fueran penes y acabando con una orgía en la que fornican con la figura de Cristo en la cruz mientras un sacerdote y varias monjas se masturban contemplando las escena.
Paralelamente a todo esto Grandier vive una historia de amor con una mujer con la que se casa en una ceremonia que oficia él mismo. Las monjas al enterarse de ello harán una especie de representación de la boda, disfrazándose como la pareja. La madre Jeanne al ver tal escena siente unos celos terribles y la locura empieza a apoderarse de ella. Su frustración hará que al final denuncie al sacerdote. Los dotes de Don Juan del padre Grandier quedan bastante claros ya que anteriormente se nos muestra otra relación que tuvo con una mujer a la que deja embarazada.
Los aciertos estéticos de The Devils son muchos. Realmente lo que hace que está película destaque es el diseño de producción, tarea que llevó a cabo Derek Jarman. El convento fue diseñado por él y la sensación que causa ver todas esas baldosas blancas es deslumbrante. Los decorados en general son impresionantes y le otorgan una estética única, añadiendo algún toque moderno en los vestuarios o en algunos elementos escenográficos. Aun así también se nota la mano del director en la puesta en escena, sobretodo en el barroquismo de algunos escenarios y los excesos estéticos que ha usado en numerosos de sus filmes.
Capturas del ripeo subido a este posteo
Enlaces Emule
Película The Devils.avi [1.09 Gb]
Subtítulos The Devils.srt [92.3 Kb]
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