Runamula
Cuando no hay luna y la noche sin estrellas provoca miedo al más valiente.Cuando el ruego de los mecheros tiembla agitado por la brisa que estrella silbidos contra los techos de hojas de shebón, cuando los zancudos flojean buscando su diario alimento; cuando el sabio Urcututu llora tristezas ajenas y el Maquía murmura oraciones inventadas quien sabe si por Dios o el diablo, entonces una furtiva sombra cruza las calles, rozando levemente el suelo con sus pies descalzos.
Busca la iglesia cuya cruz blanquea en la oscuridad. Una puerta se abre y la sombra entra a la parroquia. Entonces, el Urcututu, cuyos ojos ven el destino, vuela hacia el campanario y ora largamente. De repente, otra sombra cruza la plazoleta, casi arrastrándose entre las pomarrosas, mientras se abre una ventana.
- Compadre por aquí, y la sombra repta como una serpiente por la pared de madera.
- Comadre, ¿y dónde está él?, hablan bajito.
- Se fue a chapanear.
Entonces el Urcututu, que todo lo ve, se posa en la pomarrosa más alta de la plaza y llora su agorero canto.
El miedo se apodera de los que duermen cuando se oye un relincho cerca de la iglesia.
- Calla, le dice Joshé a la mujer que está desvistiéndose, el cura y la Pirica están saliendo.
Salen a galope, hacia la trocha de la orilla del río, una hermosa yegua negra, un blanco jinete. La Pirica, hermosa morena beata que todos los días reza, y el cura que la confiesa, un español colorado, van juntos en el pecado.
De pronto, otro galope alborota la plazoleta. Recia yegua negra, jineteada por un bulto negro, que brinca locamente sobre los matorrales.
- Es la Mañuca con su compadre Teocho, dice Joshé.
- Ven aquí y deja a las ronamulas en paz, dice la mujer, apretando sus labios rojos, carnosos, sensuales. Y mientras Joshé, completamente desnudo, entra al mosquitero, siente muy cerca la fragancia de las blancas y duras carnes de su comadre Teresa Poiquiñas. Sonríe excitado. Entonces el Urcututu, pájaro de la noche que todo lo sabe, posándose en el techo de esa casa, llora, larga, burlonamente.
Extraído de aqui: http://selvanet20.blogspot.com/p/leyendas.html
Alma Mula o Mulánima
Alma mula santiagueña
Por incesto condenada
Siembra pánico a su paso
Y su aliento es llamarada
Alma mula santiagueña
Por incesto condenada
Siembra pánico a su paso
Y su aliento es llamarada
Azeleracion2 escribió:Conocida tambien como: Alma Mula, Mula Ánima, Almamula, Mujer Mula, Mala Mula, Mula sin Cabeza, Mula Frailera y Tatá Cuñá. Y en definitiva todos ellos dicen lo mismo, hablan de fantasmas de mujeres condenadas por sus pecados graves en contra del pudor o que tuvieron relaciones sexuales con su padre, un hermano, un cuñado o un cura.
Su aspecto es el de una mula negra o castaño oscuro y largas orejas, envuelta en llamas que aparece sólo de noche.
Este engendro de mujer galopa a toda velocidad por los campos rebuznando tristemente y dejando un estruendo de ruido metálico, como si arrastrara cadenas y echando fuego por la boca, los ollares y los ojos destelleantes. Ese rebuzno triste, casi humano, enloquece a los perros. Se alimenta de carne y por eso se le atribuyen las desapariciones de niños y ovejas. Se dice que mata a la gente a dentelladas y patadas. Y que por sólo mirarla acechan las desgracias y la muerte. Se cuentan historias de gauchos prendados por la Mulánima que abandonaron sus familias, trabajo y amigos para seguirla en sus andanzas, y que murieron al poco tiempo consumidos por su pasión.
Si la mula dice que no pasa
y la mujer dice que se casa,
es más fácil que la mula pase
a que la mujer no se case.