Pero yo sí he dicho lo de la honestidad, creo
Ikiru, nosotras nos entenderíamos bien, te lo digo yo.
Y realmente hasta entiendo que no guste, si con eso no tengo ningún problema... Lo que me sorprende es la conclusión a la que llega mucha gente, algo así como que al no encontrar pies ni cabeza al sus películas, automáticamente su cine es una tomadura de pelo.
Thelion, me imagino que a tí te gusta el lenguaje cinematográfico clásico, estás en todo tu derecho a que te guste lo que te dé la gana. Porque sí es cierto que de pronto, en sus películas, una vez presentados los personajes y el conflicto, Lynch empieza a usar un lenguaje onírico, simbólico, surrealista por llamarlo de alguna manera, y no puedes esperar que las cosas tengan sentido, uno se ve obligado a cambiar el chip y dejarse llevar, de lo contrario se puede experimentar una verdadera decepción. Pero yo creo que incluso analizado desde el prisma de un lenguaje cinematográfico clásico, sus películas no son tan "absurdas". Por ejemplo, Terciopelo azul, tiene una estructura bastante clásica, tiene un desarrollo y un desenlace bastante claros y satisfactorios (vamos, que no hay cabos sueltos ni idas de olla gratuitas, todo tiene sentido dentro del argumento), aún siendo una de las películas más suyas. Y no sé si sabes que Lynch muestra en su cine muchas características del cine negro. No te subas por las paredes, pero yo siempre he estado de acuerdo con la crítica que considera su Carretera Perdida cine negro de pleno derecho. Y paro ya porque entre las dos parece que queramos convencerte de algo, y para nada es así. Me parece que está muy bien que todos tengamos gustos diferentes.
Y en cuanto a las anteriores palabras de Longaniza, concisas y claras, las suscribo y resumen muy bien lo que pensamos sus seguidores. Me ha gustado mucho eso que dice de:
"No es un estafador porque él no pretende engañar a nadie. Otra cosa es que la gente quiera otras cosas. Él es el primero que rechaza dar explicaciones de sus películas porque éstas no se dirigen al intelecto sino a la emoción. "
Y yo añado ¿por qué no dejarse llevar, intentando dejar de lado las ideas preconcebidas sobre como deben ser las cosas en el cine? Algunas de mis mejores experiencias cinematográficas me las ha proporcionado David Lynch: me ha sorprendido y me ha puesto literalmente la piel de gallina (Mullholand Drive, Carretera perdida), he llorado y me he emocionado como nunca (Corazón Salvaje, El hombre elefante), etc. Finalmente, he entrado en estado de trance (Inland Empire) de manera que, al salir del cine, todo lo de mi alrededor lo veía a través de un prisma lynchiano. Es muy difícil de explicar para mí, pero al terminar la proyección y dirigirme hacia casa, veía elementos siniestros, perturbadores, a mi alrededor, las luces de las ventanas y de la ciudad me parecían extrañas, de hecho llegué a ver luces rojas donde no estoy muy segura que las hubiera. Yo a eso le llamo magia.