El ingeniero ordenó a su perro:
¡Escalímetro, muestra tus habilidades!
El perro agarró un martillo, unas tablas y se armó él solo una caseta.
Todos admitieron que era increíble.
El matemático dijo que su perro podía hacer algo mejor:
¡Cash Flow, muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de 3 galletitas cada una.
Todos admitieron que era más que bueno.
El químico dijo que su perro podía hacer algo mejor todavía:
¡Óxido, muestra tus habilidades!
Óxido caminó hasta la heladera, tomó un litro de leche, peló una banana, tomó la licuadora y se hizo un licuado.
Todos coincidieron que era impresionante.
El informático sabía que podía ganarles a todos:
¡Megabyte, dale tú ahora!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió el pc, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un correo electrónico e instaló un juego de alta complejidad. Todos los que estaban ahí se dieron cuenta que esto sí era mejor y que era muy difícil de superar.
Todos miraron de reojo al político y le dijeron:
Y el perro suyo, ¿qué puede hacer...?
El político llamó a su perro y dijo:
¡Diputado, demuestra todas tus habilidades!
Diputado se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó el licuado, cagó en la alfombra, borró todos los archivos del pc, armó trifulca con los otros cuatro perros, ocupó la caseta con un título de propiedad falso, alegó inmunidad parlamentaria y se tomó tres meses de vacaciones.
Con mi deseo de que sonriáis.