EL MAESTRO @MEnnioMorricone CUMPLE 90 AÑOS. Cuando le conocí en el Centro Sperimentale di Cinematografia romano no me pareció tan simpático y afable como su colega Nino Rota, pero es que ese año casi compuso una banda sonora por semana. A él le dedicó estas casi 50 composiciones.
El maestro estructura su partitura en tres tema claramente diferenciados, que oiremos ya de entrada. El primer tema ”The Overture”; el denominado ”religion theme”, o tema dedicado al capellán amigo del protagonista y el "love theme", momento en el cuál hace acto de aparición la impresionante voz de Edda Dell´Orso.
La colaboración de Ennio Morricone con el director Giuseppe Tornatore ha producido bandas sonoras de un color, carácter y resonancia emocional totalmente diferentes, siendo MALÈNA uno de sus mejores logros. El compositor crea una música que debe subrayar tanto la comedia como el patetismo, el romance y la tragedia, a menudo en el mismo pasaje musical. El tema principal está lleno de una gracia melódica memorable, evocando esos tiempos de guerra en Sicilia. Su inquietante meditación sobre los efectos duraderos de los prejuicios, el sexismo y los celos son también una marca registrada del maestro italiano.
Ennio Morricone es probablemente el compositor cinematográfico más famoso del siglo XX y también uno de los más prolíficos. Ha realizado más de 500 bandas sonoras de películas de cualquier género. Sus partituras son extraordinariamente diversas, con influencias de la música clásica, el jazz, el pop, el rock, la música electrónica, la vanguardia y el género italiano. "Another Love affair" es una de los mejores temas de esta primera versión de Nana, que el compositor romano musicó.
Nanà es la novena novela en la serie de veinte volúmenes Les Rougon-Macquart de Emile Zola. Esta película de televisión del 2001 es muy difícil de obtener y he repetido las breves imágenes que acabo de mantener. El tema principal está dedicado a Francesca Dellera, la intérprete protagonista. Es una pieza deslumbrante y hermosa, con numerosas, entre las que destaca es el arreglo para soprano sin palabras, con el piano de Gildà Butta y el violín de Antonio Salvatore.
