Sobre la decadencia del formato físico

[Danyyyy]

Al igual que pasa en movistar con los toros (20 eurazos al mes) o la caza y la pesca, que se pagan también aparte. Y por lo visto el personal paga, porque ya llevan así tiempo. Es decir, cazadores, pescadores, taurinos, son un nicho minoritario, pero con sed de contenidos que no hay en "abierto", y están dispuestos a pasar por caja. Aquí en esto del clásico pasará parecido. De todos modos no son malas noticias que se abran canales de este tipo.

¿Veis a las nuevas generaciones interesándose por poner un ejemplo el cine de Ingmar Bergman?, ¿es que se hace algo para despertarles dicho interés? Lo que más me preocupa es que no veo que vaya a producirse ningún relevo generacional.

[santiagoo]

¿Veis a las nuevas generaciones interesándose por poner un ejemplo el cine de Ingmar Bergman?, ¿es que se hace algo para despertarles dicho interés? Lo que más me preocupa es que no veo que vaya a producirse ningún relevo generacional.

No, no las veo. Ni creo que las vaya a ver. Pero ni Bergman ni Wilder ni Hawks. No se hace nada desde agentes privados, y tampoco desde agentes públicos. Yo en mi casa confieso haber fracasado en el intento con mis hijos. El pequeño (21) me toma por un friki, y a lo mejor tiene razón, porque en mi entorno fuera de estos ámbitos no conozco tampoco a nadie que se interese por esto. Si miras aquí en el portal los niveles de edad de los usuarios no hacen más que subir, año a año. Mi percepción es que de menos de 30 simplemente esto les suena a marciano, entre 30 y 40 hay algo, pero muy poco, y ya entre 40 y 50 son algunos más, pero siempre un grupo minoritario. Yo pertenezco a lo siguiente, entre 50-60, y parece que somos más, pero aunque todos crecimos con este cine y todos lo conocen, la mayoría también lo ha abandonado. La cosa parece que mejora ostensiblemente a partir de 60. Pero esto avanza inexorablemente hacia lo arqueológico, y creo que el futuro es que solo unas pocas personas se interesarán por esto, como el que se interesa por el arte bizantino, o por la literatura del siglo de oro, más o menos.

[Danyyyy]

No, no las veo. Ni creo que las vaya a ver. Pero ni Bergman ni Wilder ni Hawks. No se hace nada desde agentes privados, y tampoco desde agentes públicos. Yo en mi casa confieso haber fracasado en el intento con mis hijos. El pequeño (21) me toma por un friki, y a lo mejor tiene razón, porque en mi entorno fuera de estos ámbitos no conozco tampoco a nadie que se interese por esto. Si miras aquí en el portal los niveles de edad de los usuarios no hacen más que subir, año a año. Mi percepción es que de menos de 30 simplemente esto les suena a marciano, entre 30 y 40 hay algo, pero muy poco, y ya entre 40 y 50 son algunos más, pero siempre un grupo minoritario. Yo pertenezco a lo siguiente, entre 50-60, y parece que somos más, pero aunque todos crecimos con este cine y todos lo conocen, la mayoría también lo ha abandonado. La cosa parece que mejora ostensiblemente a partir de 60. Pero esto avanza inexorablemente hacia lo arqueológico, y creo que el futuro es que solo unas pocas personas se interesarán por esto, como el que se interesa por el arte bizantino, o por la literatura del siglo de oro, más o menos.

¿Cómo no va a haber decadencia del formato físico? Ni físico, ni virtual, ni leches, no quedará nadie interesado en ello. El problema real es ése, que no se dan los medios para que vaya a producirse dicho relevo.

[loperena]

En relación al interés de las jóvenes generaciones hacia cierto tipo de cine (el llamado cine clásico y también el cine de autor), yo también soy bastante escéptico, pero guardo cierto punto de esperanza.
Por ejemplos como este

https://www.abaoaqu.org/es/projecte/moving-cinema

que se plasma, entre otras muchas acciones, en la programación de la filmoteca de Catalunya:

Des del mes d’octubre de 2018, catorze joves d’entre 16 i 20 anys, seleccionats com a Joves Programadors Moving Cinema, tenen la responsabilitat d’escollir els films que formaran part de la programació d’una sessió mensual a la Filmoteca entre el gener i el maig de 2019.

A més d’incorporar-se com a part de la programació regular de la Filmoteca, els films aniran acompanyats d’una presentació prèvia i d’un diàleg amb el públic assistent conduït pels mateixos Joves Programadors i en què, sempre que sigui possible, també participaran professionals del món del cinema vinculats amb la pel·lícula.

Moving Cinema és un projecte cofinançat pel programa MEDIA d’Europa Creativa i vol acostar el cinema i les pel·lícules d’autor als joves, alhora que els ofereix la possibilitat d’experimentar la feina que es desenvolupa en una filmoteca des de dins. El programa, que també facilita la creació de nous públics, pretén estimular l’interès dels joves en el cinema més enllà de l’entorn acadèmic, així com proporcionar-los eines per analitzar el cinema que arriba a les pantalles comercials i estímuls per descobrir el cinema que no troba vies de distribució comercial.

[irazar]

A mí no me preocupa -ni me extraña- que eso que llamamos "las nuevas generaciones" no se enganchen al cine clásico o al cine de cierta exigencia; hasta lo veo normal. Lo veo normal porque lo entiendo parte de un proceso natural: siempre fue natural que los "jóvenes" dieran un poco la espalda a la buena mesa, a la literatura clásica, a la música grande, como en general a todo lo que las anteriores generaciones dejaron sentado: afinar el gusto lleva su tiempo, que es el tiempo de madurar, buscar, expurgar y descubrir.
Lo que ya no llevo con tanta paciencia es que vivamos unos tiempos que no propicien la realización de buen cine, de buena literatura, etc. Alguien se encargó a finales del siglo pasado, luego de ocuparse en ahogar las cinematografías europeas, de imponer un cine fácil, un cine "para todos los públicos", un cine que primaba lo espectacular sobre la calidad, un cine de rentabilidad inmediata que dio a luz a gentes corriendo en pos de la deleznable película de videoclub con todas las novedades, a gentes de mínimo paladar que en modo alguno se perderían la última tontería televisiva, consumidores de emociones baratas que por nada del mundo renunciarían a la más reciente memez de la culturilla sin sustancia, pasajera, hueca y convencional, en que todo, desgraciadamente, vino a parar; un cine cuya pujanza cortaría de raíz la posibilidad de que el otro pudiera asomar siquiera las orejas.
Estas plataformas de que hablábamos al principio del hilo -me dejé a Telefónica-, junto con toda la basura que nos ofrecen, comercian también con Fellinis y Bergmans, pero las características de su negocio no propician, como propiciaba la industria cinematográfica de antaño, que salgan nuevos Fellinis o nuevos Bergmans.

[sete]

Siguiendo el hilo del anterior mensaje publicado por irazar, el público más joven y me refiero a los menores de treinta años prefieren el uso de las tecnologías, con las redes sociales a la cabeza, y la televisión, a otros "entretenimientos", por decirlo de manera coloquial, "culturales", y aquí englobo cine, música, literatura, etc; y en general, cualquier género artístico, incluso tecnológico que también lo hay, y que es un campo todavía por descubrir. Y aquí es donde entra de lleno la mano del gobierno de turno, de derechas, centro o de izquierda. ¿Realmente están interesados nuestros políticos en promover la cultura?, pues sinceramente creo que no. Llevamos años en un caída libre hacia el abismo, donde día tras día se van consolidando en la televisión, programas de telebasura, concursos estúpidos, series sinsentido con argumentos banales... y ahora se añade la moda de los blogueros de youtube (sic), una banda de mastuerzos que no hacen más que lucir palmito físico, ellas y ellos, con menos cerebro que un mosquito. ¿Y mientras tanto qué pasa con la cultura? pues que depende en gran medida de que los mayores tengamos algún interés por la cultura para que los más jóvenes se interesen por ella. Aunque algunas/os mayores prefieren ver Sálvame o Mujeres, hombres y viceversa . Y así nos va.

[Danyyyy]

En relación al interés de las jóvenes generaciones hacia cierto tipo de cine (el llamado cine clásico y también el cine de autor), yo también soy bastante escéptico, pero guardo cierto punto de esperanza.
Por ejemplos como este

https://www.abaoaqu.org/es/projecte/moving-cinema

que se plasma, entre otras muchas acciones, en la programación de la filmoteca de Catalunya:

Des del mes d’octubre de 2018, catorze joves d’entre 16 i 20 anys, seleccionats com a Joves Programadors Moving Cinema, tenen la responsabilitat d’escollir els films que formaran part de la programació d’una sessió mensual a la Filmoteca entre el gener i el maig de 2019.

A més d’incorporar-se com a part de la programació regular de la Filmoteca, els films aniran acompanyats d’una presentació prèvia i d’un diàleg amb el públic assistent conduït pels mateixos Joves Programadors i en què, sempre que sigui possible, també participaran professionals del món del cinema vinculats amb la pel·lícula.

Moving Cinema és un projecte cofinançat pel programa MEDIA d’Europa Creativa i vol acostar el cinema i les pel·lícules d’autor als joves, alhora que els ofereix la possibilitat d’experimentar la feina que es desenvolupa en una filmoteca des de dins. El programa, que també facilita la creació de nous públics, pretén estimular l’interès dels joves en el cinema més enllà de l’entorn acadèmic, així com proporcionar-los eines per analitzar el cinema que arriba a les pantalles comercials i estímuls per descobrir el cinema que no troba vies de distribució comercial.

Es una buena iniciativa, pero puede que demasiado insuficiente, muchas acciones si no se mantienen de manera prolongada resultan estériles. Estas propuestas además deben venir relacionadas en un marco global, creo que es también importante luego poder compartir dicho interés con otras personas, posibilidad de debates y vías que permitan la difusión, el aprendizaje, el descubrir. Y sobre todo para mí debe haber la posibilidad de un contacto permanente con el cine. La semilla puede ser buena, pero no germinará si acaba en el mar.

[Danyyyy]

A mí no me preocupa -ni me extraña- que eso que llamamos "las nuevas generaciones" no se enganchen al cine clásico o al cine de cierta exigencia; hasta lo veo normal. Lo veo normal porque lo entiendo parte de un proceso natural: siempre fue natural que los "jóvenes" dieran un poco la espalda a la buena mesa, a la literatura clásica, a la música grande, como en general a todo lo que las anteriores generaciones dejaron sentado: afinar el gusto lleva su tiempo, que es el tiempo de madurar, buscar, expurgar y descubrir.
Lo que ya no llevo con tanta paciencia es que vivamos unos tiempos que no propicien la realización de buen cine, de buena literatura, etc. Alguien se encargó a finales del siglo pasado, luego de ocuparse en ahogar las cinematografías europeas, de imponer un cine fácil, un cine "para todos los públicos", un cine que primaba lo espectacular sobre la calidad, un cine de rentabilidad inmediata que dio a luz a gentes corriendo en pos de la deleznable película de videoclub con todas las novedades, a gentes de mínimo paladar que en modo alguno se perderían la última tontería televisiva, consumidores de emociones baratas que por nada del mundo renunciarían a la más reciente memez de la culturilla sin sustancia, pasajera, hueca y convencional, en que todo, desgraciadamente, vino a parar; un cine cuya pujanza cortaría de raíz la posibilidad de que el otro pudiera asomar siquiera las orejas.
Estas plataformas de que hablábamos al principio del hilo -me dejé a Telefónica-, junto con toda la basura que nos ofrecen, comercian también con Fellinis y Bergmans, pero las características de su negocio no propician, como propiciaba la industria cinematográfica de antaño, que salgan nuevos Fellinis o nuevos Bergmans.

Se rompió conscientemente un equilibrio existente, y ahora llega un cine totalmente cercenado, mínimo, cuando además con estas bases seguramente incluso el más comercial acabará desapareciendo de las salas de cine. Debe haber espacio para todo tipo de cine. El interés también se crea (y se destruye).

[irazar]

En su film manifiesto "HH, Hitler à Hollywood", película que me voy a animar a subir aquí un día de estos, el cineasta belga Frédéric Sojcher vibra en longitud de onda bien distinta: ni tema de gobiernos, ni de Ministerios de Cultura, ni de equilibrios que "se" rompieron: el equilibro "lo" rompió consciente y deliberadamente alguien. Estrategia económica pura y dura de alguien que no me atrevo a nombrar aquí porque, con todos los dólares que hay por el medio, es capaz de todo y da miedo.

[loperena]

Es una buena iniciativa, pero puede que demasiado insuficiente, muchas acciones si no se mantienen de manera prolongada resultan estériles. Estas propuestas además deben venir relacionadas en un marco global, creo que es también importante luego poder compartir dicho interés con otras personas, posibilidad de debates y vías que permitan la difusión, el aprendizaje, el descubrir. Y sobre todo para mí debe haber la posibilidad de un contacto permanente con el cine. La semilla puede ser buena, pero no germinará si acaba en el mar.

Estamos de acuerdo que todas las iniciativas minoritarias, por el solo hecho de serlo, ya resultan insuficientes si de lo que se habla es de "educar a las masas". El ejemplo de los adolescentes de la Filmoteca de Catalunya es desde luego una gota en el mar. Claro que lo que tú llamas el "marco global" diluye cualquier gesto pequeño como el del ejemplo, pero no es menos cierto que ello siempre ha sido así.
¿Con qué herramientas sería posible modificar ese marco global? Aquellas que se apliquen a las masas y que contengan procedimientos de formación o "refinamiento" del gusto. La educación y los medios de comunicación. ¿Qué podría hacer la educación, por ejemplo? La experiencia de las lecturas obligatorias presentes en los programas de Lengua y literatura no siempre es satisfactoria. Lo es más cuando la experiencia de leer no se convierte en un ejercicio obligatorio y evaluable. ¿Seria un modelo como este válido para el cine en la escuela? Desde luego habría que luchar contra un gusto maltratado por los contenidos "populares": trabajar con el tiempo (películas que superan las 2 horas se hacen cuesta arriba para muchachos de 16 años, lo mismo que las películas "lentas"), el formato (el blanco y negro por ejemplo), la subtitulación, los géneros... ¡Menuda empresa!