sergei leonevich escribió:mifune escribió:thelion escribió:En su entrevista con truffaut, el carnicero explicaba que la pelicula estaba pensada para Vera Miles, pero quedo preñada y luego el la descarto.Asi que llego la Novak con la que al parecer tuve algunos problemas.Como el explica el principal fue que la actriz vino con demasiadas ideas en su cabeza, y el tuvo que explicarle que la historia le importaba muy poco y que estaba mas interesado en el film formal y visualmente.
Estos comentarios del gordo solo hacen que apoyar mi postura de que el cine de hitchcock es meramente formal, giñolesco y tramposo, asi como vacio de narracion...
A mi no me gusta Hitchcock, yo mas que carnicero le apodo "el Trilero" pero va en gustos, a mi me encanta el cine de C. Nolan que en muchos aspectos se parece al de Sir Alfred y padece de los mismos defectos. Pero supongo que será una cuestión generacional y de afinidad.
Hitchcock tenía una gran virtud, mantener la espectación hasta el final, en sus films el interés rara vez decae. Obviamente su cine no se planteaba preocupaciones que no fueran quién es el culpable o qué está pasando. Me gustan mucho
Vértigo, Frenesí, Psicosis, La ventana indiscreta, La sombra de una duda y
Recuerda.
Hombre Sergei, yo sí que creo que había algo más:
a) en Encadenados propone un triángulo donde se invierten las tradicionales figuras del bueno y el malo: el malo es el proxeneta Grant que envía a la prostituta (previamente experimentada) Bergman a seducir a un señor que pasados los 50 no puede vivir sin su mamá; luego lo que pasa es que el que no puede vivir si su mamá es un nazi y por lo tanto según las convenciones tiene que ser el malo, si eliminamos lo político el gran cabrón no es otro que Grant, antipático e inhumano.
b) La ventana indiscreta incluye la mejor poética (o tratado) sobre el cine que conozco (infinítamente mejor que los libro de Mitry, Bordwell, Burch o cualquier teórico: Grant duda si casarse o no y en el cine de sus casa (esto es el vecindario) ofrecen una serie coral de diferentes tipologías de matrimonios, todos igualmente desalentadores; kelly no sabe como ofrecerlo el anillo de compromiso a Stewart (inversión de los roles) y no se le ocurre otra cosa que visitar la casa del villano (un pobre hombre además que inspira más simpatía que mirón Stewart) y le roba éste el anillo se lo enseña a Stewart (a distancia) que acepta su petición 8qué valiente es mi novia, además de guapa_eso sí mas sosa que la sopa prisa_. Eso sí entrar en que propone un intercambio entre espectador (Stewart) y la ficción/pantalla (su vecindario) mucho más sutil e interesante (e inteligente) que el de Allen en La rosa púrpura del Cairo, y un invitación a metodología de interpretación de lo que se ve en una pantalla menos intelectuales (y pedantes) que Antonioni en la interesante Blow up.
c) Vértigo debe de ser la película que más literatura ha generado en la historia (quizá demasiada), en España por ejemplo Eugenio Trías escribió (y demostró) como había conexiones entre esta película y Lo siniestro de Freud, los conceptos románticos primitivos de Fichte, el nacimiento de la literatura fantástica (E.T. A. Hoffmann), Cabrera Infante prefirió ver las conexiones con viejos mitos desde Orfeo y Eurídice hasta Pigmalión y Galatea.
d) Sobre Los pájaros Camila Paglia (feminista más importante de yankilandia, autora de un libro en el que promete la castración de todo varón mayor de 12 años) escribió un ensayo delirante (y divertidísimo) en el que demostraba con citas de Jung, Freud, Lacan y otros rollos similares como era la historia de una castración (qué obsesión) simbólica (qué decepción) de una mujer moderna (y rica y con mucho tiempo libre) a manos de una familia típica (madre hitchcockiana incluida) y un grupo de pájaros con muy mala leche. De Psicosis prefiero no hablar.
e)Y la joya de la corona en rebuscamiento: Marnie, la mayor colección de dementes (de todo tipo) por centímetro cuadrado en una película nunca visto (el Henry de McNaugton no les hubiese durado ni media hora), ni los caballos en está película eran normales. la escena final con la mamá (antigua prostituta reconvertida a monja, perdón a madre perversa hitchcockiana) entregando a su criatura neurótica, reprimida y ladrona al perverso violador (y buscador de mujeres enfermas mentalmente _porque le ponen_ ) del personaje de Connery, con un Baltimore con telón de fondo de operara (en que los chicos de The Wire aun no había ni soñado establecer su particular forma de entender el capitalismo, no muy diferente por otra parte a la de los políticos que los gobiernan), es lo más aterrador que jamás he visto. Prefiero verme en mis pesadillas devorado por los zombies de Romero (o por los de Fulci que tienen más hambre).
Hasta una de mis favoritas Con la muerte en los talones (y en el fondo de las más normalitas, me refiero a que en ella las cosas son
casi siempre lo que parecen hay planos como el final del coito del tren al túnel.
A Hitchcock se le puede acusar de muchas cosas (de bromista, tramposo, inverosímil, misógino, conservador, pervertido, otra vez tramposo, anticomunista, misántropo, obsceno, pretencioso, de ser el responsable de buena parte de los males del cine moderno, otra vez tramposo …) pero de que sus películas no eran lo más rebuscado (o casi) que se hacía en EEUU en su momento, no.