La respuesta está en la cita de Loperena que copié antes: Potemkin sin duda es un panfleto de la revolución rusa, y como tal, una película que ilustra luchas, incluso armadas. Pero ni en uno solo de sus fotogramas vas a encontrar una invitación a celebrar la denigración de la vida humana. Luego, a algunos les gustará la derecha y a otros la izquierda, todo bien con eso. Pero la película no tiene elementos moralmente reprochables.chuschao escribió:¿si yo fuera un anticomunista pertinaz, no sé, un liberal, o un facha incluso, pero cinéfilo empedernido, debería abominar de El acorazado Potemkin, con toda su soflama revolucionaria, siendo al mismo tiempo la otra piedra angular que arma y remata el armazón definitivo de la sintaxis fílmica: el montaje; los signos de puntuación definitivos de tal lenguaje?, ¿debería pasar por alto el milagro de ese león de mármol que en distintas tomas se levanta victorioso como representación gráfica del alzamiento revolucionario? Y es más: ¿le reprocharía a la famosísima y maravillosa secuencia de la "escalera de Odessa" su evidente maniqueísmo, siendo como es una de las cumbres de la historia del cine, ya desde su mismísimo nacimiento?
Bueno, esto es una una asociación libre tuya, que no tiene ningún fundamento histórico (por el lado de Stalin) ni cinematográfico (por el lado de Eisenstein). Al momento de la realización de Potemkin, Stalin era secretario general del partido (lo era en realidad desde 1922, cuando enfermó Lenin). Pero Stalin no tuvo acceso al poder total hasta varios años después: las reformas económicas (cuestionables, pero no criminales) comenzaron en 1929, y las purgas (estas sí, criminales) recién se llevaron a cabo en 1938, es decir, trece años después de realizada la película. Sabrás disculparme, pero asociar a Potemkin con los gulags es algo que no tiene fundamento. Potemkin es una exaltación del espíritu revolucionario y de la lucha contra la opresión. Que esa revolución celebrada por la película se haya convertido años después en un régimen opresor y criminal no es responsabilidad de Eisenstein. Hay muchas películas soviéticas deleznables y cómplices del período criminal del régimen de Stalin, pero Potemkin no es una de ellas.chuschao escribió:Alguien me podría indicar, vale, bien, todo muy épico, muy revolucionario, pero no olvidemos que lo que ensalza es lo que vino después, cronológicamente del momento histórico relatado: Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin, que por cierto ya gobernaba cuando esta película se realizó. Que no solo ha habido Stalags, que también hubo Gulags. Y yo le respondería: pues sí, pero es un hito fundacional de la historia del séptimo arte, como la música religiosa o las catedrales góticas, como más arriba se dijo.