Sinceramente no veo cuál podría ser el punto de controversia respecto de la financiación, cuando esta ofrece completa libertad creativa al director. Uno de los últimos documentales de Herzog (Into the Inferno) fue financiado por Netflix y es buenísimo. También hay varias películas indies americanas (recuerdo ahora especialmente Blue Jay) financiadas de la misma manera: completo control creativo y derecho al corte final para el director.Bunker escribió:Hoy en El País aparece esto:
Es una película importante que dinamita cualquier posibilidad de controversia en torno a la manera en la que fue concebida.
El verdadero problema, al menos para mí, que gusto de ir al cine, es que de no mediar una política proteccionista estatal, como la de Francia, la experiencia cultural del cine en salas desaparecerá muy pronto. Tal vez se conserve en modalidad deportiva: blockbuster + palomitas + Imax, pero nada más.