Pero al estilo serie americana. Yo antes de ver
Que Dios nos perdone eché a volar la imaginación esperándome un planteamiento en la línea de
El diablo ataca de noche (Nachts, wenn der Teufel kam), más allá de que esa película no sea para tirar cohetes o de que los nazis en el cine sean siempre gilipollas, aparte de malos de manual. Esperaba que se asociase la truculencia del caso (un violador y asesino de ancianas) con la crisis social y económica de un país, España, todo ello como reflejo de la decadencia moral de una época. Evidentemente no hay nada de eso. Por eso hablé de decepción. Si es mala, buena, regular… eso queda a criterio del espectador.