Algunos de vosotros sabéis que no soy de santos ni demás seres divinos pero esta fecha es muy señalada en casa y ahora, mucho más con mi pequeña nieta. Encenderemos las luces del árbol y hemos preparado un Belén pequeñito pero precioso. Se trata de pasar unos días familiares y nada más (y nada menos….)
Ojalá predominen los sentimientos generosos y solidarios frente al consumismo. Generosos de corazón, no porque hayan lucecitas encendidas en la calle y tengamos que querernos todos…
Un beso o un abrazo son buenos regalos para dar y recibir y no cuestan nada.
El País sigue sin levantar cabeza, igual que años atrás; seguimos sin alegría, sin ilusión, sin color… Pido pues, exactamente los mismos deseos y para que no me entre tristeza e impotencia infinitas, no los escribiré.
Bueno, Compañeros, que seáis todo lo felices que la vida nos deje. Abrazos de corazón para todo aquel que lo necesite y quiera recibirlos.