1939: Oscar: Mejor fotografía (B&W). 8 nominaciones.
1939: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película.
--------------------------------------
Amor infinito
Obra maestra del romanticismo con un trabajo excelente en la dirección por parte de Wyler. El guión es adaptado para el filme de una forma extraordinaria y las actuaciones de Oberon y Olivier son de la más alta calidad vista en película alguna.
Las puestas en escena son geniales acompañadas de unos tenebrosos paisajes pero al mismo tiempo esto hace del filme algo aún más apasionante!
---
El amor clavado en el alma como una daga
Drama romántico en b/n. No es de las mejores películas de W.Wyler, el gran director de Ben-Hur, pero se puede ver con respeto.
El argumento es el clásico de la novela inglesa que Emily Brontë publicó en 1847, es decir, el amor que surge y se desarrolla desde la niñez, entre fantástico, pasional y dramático, entre Catherine Earnshaw y su amigo Heathcliff, un niño vagabundo que su padre trajo un día a casa a vivir con la familia. En la película sobreabunda lo fantasmagórico y pesimista, mientras que en la novela es más lo esperanzador y optimista.
Estupendo como siempre el papel interpretativo de Laurence Olivier y el de David Niven, muy jóvenes en esta película pero que ya evidenciaban lo que serían con los años: dos magníficos actores británicos.
---
Acerca de los amores parásitos
El término parásito se deriva de para=relacionado con y sitos=comida, y se utiliza para definir a la bacteria, planta, animal… o persona que vive a expensas de otra. Las personas parásitas son seres sin autonomía, sin autoconocimiento, y emocionalmente tan débiles, que un día sienten que no pueden vivir sin ese otro ser a quien se acostumbraron tanto. Entonces, amenazan con morirse para forzar la compañía, y muchos son capaces de terminar con su vida porque, definitivamente sienten que el otro lo es todo para ellos. Abundan las canciones y los poemas ¡de éxito! que estimulan el parasitismo: “La mentira nos ha unido/ y la aceptamos los dos/cualquier cosa es importante/ antes que decirse adiós…”, “Por ti, por ti/soy capaz de cualquier cosa/pero no me dejes sola/hoy te quiero junto a mí…”. “Que me vuelvo loco por ti/que sin ti no puedo vivir/que mi vida es como un desierto/cuando no estás…”.
“CUMBRES BORRASCOSAS” la novela de Emily Bronté y la película de William Wyler, son ejemplos preclaros del “amor parásito”. Su fluidez narrativa y su eficiente uso de elementos dramáticos capaces de despertar pasión y lágrimas, les han merecido la más alta acogida, pero a la luz de lo que deben ser las relaciones afectivas sólidas y maduras, y con respecto a lo que, en realidad, es el AMOR, tengo que decir que, tanto el libro como la película –y aquí caben los remakes de Buñuel, Fuest y otros tantos-, sólo sirven como recreación de una época que debería, ¡hace rato!, haber sido trascendida, pero que, penosamente, se preserva mediante el inconsciente y repetitivo aporte de los “artistas” de moda. Las canciones que citamos, y muchas otras de las que hoy se cantan con tanto empeño, encajarían perfectamente como fondo de cualquier escena -previctoriana- entre Heathcliff y Cathy… y la cursilería y el parasitismo afectivo, siguen su cauce, fomentando agresiones, depresiones y suicidios, por simple falta de análisis y de juicio.
Lo más ridículo y amañado de estas semblanzas del amor a la victoriana, son esos finales felices donde todo lo ocurrido recibe su aprobación, y dos seres profundamente débiles y dependientes, dizque quedan unidos en un sendero de gloria… tras haber desistido de la vida en una forma que el universo desaprueba rotundamente. Enseguida, algún adulador mercenario escribe “Uno de los diez mejores filmes del mundo”. Y el eco manipulable repite:”¡Sí!,¡Sí!,¡Sí!” Pero, pide sustentaciones y sólo recibirás adjetivos.
Para acceder a la luz y a la verdad, es necesario darse cuenta, y todo lo que se requiere es mente abierta, conocimiento vivencial y reflexión concienzuda.
---
Notable adaptación del libro
Seguramente para quienes no hayan leído el libro esta película les parecerá un culebrón con un amor incomprensible que a veces se basa en el desprecio. La película se basa en la única novela de Emily Brontë en la cual se narra la trágica historia de amor donde la línea que da paso al odio es demasiado delgada. ¿Puede haber amores tan fuertes en vida que duren más allá de la muerte?
Esta es una historia inusual, publicada en 1847, que formuló mucho revuelo debido al personaje tan complejo, oscuro y áspero de Heathcliff. En mi opinión es una notable adaptación del libro, aunque claro está, en la película faltan muchos matices que hace que entiendas a sus complejos personajes. Esta película se llevó un oscar a la mejor fotografía, comprensible si se tiene en cuenta que en ese año, 1939, competía con Lo que el viento e llevó.
En el libro el final da un poco de vida y felicidad a la trama. Para quien tenga curiosidad, así termina la novela realmente:
Los continuos encontronazos entre Edgar y Heathcliff acaban por destruir la salud de Catherine, que enferma y acaba muriendo la misma noche en que da a luz una niña. Poco después muere Hindley y Heathcliff toma bajo su protección al hijo de éste, Harethon (la madre había muerto años atrás) y se queda con todas sus tierras (Hindley le había vendido sus tierras a Heathcliff para pagarse su afición al juego).
Pasan 18 años y Catherine Linton desconoce la existencia de todo lo que tenga que ver con las Cumbres. Tras una serie de visitas a su primo Linton (que había sido traído de vuelta a las Cumbres a la muerte de su madre) se casan, pero la salud de éste es muy delicada y muere poco después, dejándole todo su patrimonio (y por tanto el de su mujer) a su padre, Heathcliff, que ahora es dueño de la herencia de sus dos mayores enemigos.
La historia finaliza cuando el señor Lockwood vuelve tras un tiempo ausente y descubre que Heathcliff ha muerto (supuestamente el fantasma de su amada Cathy se lo ha llevado) y Harethon y Catherine planean casarse.
Así pues, los hijos de los protagonistas que tanto sufrieron por amor, se enamoran y así vuelve la felicidad a Cumbres Borrascosas.
He leído por ahí en alguna crítica que cómo demonios puede estar enamorado Heathcliff de Cathy, bien, eso se comprende si se tiene en cuenta que han crecido, jugado, reído y vivido juntos desde pequeños. Ella cambia cuando se hace mayor y a veces su ambición parece estar por encima de su amor hacia Heathcliff. Pero no es asi...
Se podría decir que esta historia es más bien de desamor ya que todos son infelices y sólo la muerte los liberará para poder estar juntos por siempre.
---
Bella historia de amor frustrado
"Cumbres borrascosas", la única novela de Emily Brontë, escritora inglesa del siglo XIX, se ha convertido en una de las más renombradas obras literarias del mundo. Se han realizado varias adaptaciones al cine, y ésta de William Wyler, si bien no es la más fiel al libro, posee la belleza de un drama romántico que plasma una historia de amor imperecedera y con sabor a gran clásico de Hollywood.
La historia está ambientada en los solitarios páramos de Yorkshire, dominados por un clima a menudo violento e inclemente. La atmósfera de la trama guarda un paralelismo con el clima meteorológico, pues recrea una historia de amor profundo como la roca viva, un amor frustrado que provocará un gran dolor y derivará en odio y deseos de venganza.
Catherine Earnshaw es una jovencita que se ha criado en el seno de una solitaria familia de los páramos. Sólo tienen como vecinos lejanos a los Linton, una familia muy acomodada. Los Earnshaw acogen a un niño mendigo de origen desconocido, al que llaman Heathcliff. Catherine y Heathcliff se convierten en inseparables y, con el tiempo, Heathcliff desarrolla un reverente y apasionado amor hacia Catherine. Ella posee un espíritu caprichoso e inmaduro y, por razones prácticas y consideraciones de estatus social, rechaza a Heathcliff y acepta al joven Edgar Linton, el cual también está enamorado de la chica. Heathclif, despechado y traicionado, se marchará para regresar mucho después, preparado para perpetrar su cruel venganza.
Una trama repleta de dualidad amor-odio, en la que el desesperado y loco amor de Heathcliff choca contra el espíritu perpetuamente infantil y egocéntrico de Catherine, causando el gran conflicto que conduce a los protagonistas hacia la infelicidad y el dolor.
Aunque prefiero la versión de 1992 de Peter Kosminski con Juliette Binoche y Ralph Fiennes, que es mucho más fiel al libro y refleja con gran acierto su atmósfera asfixiante, sin embargo esta versión de Wyler también merece la pena.