Visualmente es una película 100% spaghetti. O mejor dicho, 100% zapata-western: el entorno rural, las armas a veces estrambóticas, la poca disciplina de los protagonistas, los roles diferentes de los protagonistas (el fanático, el pensador, el fortachón, el gracioso...). Uno de los aspectos más llamativos son las muertes a cámara lenta, acompañadas con música lánguida y triste, muy típicos de Tepepa, Cara a cara, Salario para matar y compañía. El casting es bastante bueno, me ha gustado especialmente Pavlik, el barbero. La música es aceptable, pero más allá de las muertes que comentaba antes no me ha dicho nada, no tiene ningún tema destacable.
Y el argumento también es muy spaghetiti... pero al revés. Resulta que aquí los buenos no son un grupo de desharrapados que luchan por su libertad frente al poder opresor. Aquí los buenos son un grupo de pobres guardias soviéticos que luchan contra el pueblo opresor... No es creíble, es demasiado propagandístico, mucho más que los spaghettis italianos comunistas de Solinas, Donati y compañía. También es verdad que los códigos del cine soviético no los controlo. De hecho, aunque hace mucho tiempo vi Acorazado Potemkin y alguna otra del estilo, este ha sido mi primer voto en FA a una peli allende los Urales
Nosferatu de Plata, temporada 2011-2012