¿Como puede ser que una película lleve tantos remakes en tan poco tiempo?

[montagut]

Ya sabia que la película de Alex de la Iglesia "Perfectos Desconocidos" era un remake de la italiana "Perfetti sconosciuti", también vi que hace poco salio una francesa, "Le Jeu" que también es otro remake de misma, pero resulta que hace poco vi que hay otro remake mexicano "Perfectos Desconocidos", así que por curiosidad entre en la ficha de IMDB de la pelicula italiana ( https://www.imdb.com/title/tt4901306/ ) y en el apartado "Movie conections" me encontre con esta sorpresa:

Teleioi xenoi (2016)
Greek remake of the Italian original.

Perfectos desconocidos (2017)
Spanish remake of the Italian original.

Cebimdeki Yabanci (2018)
Turkish remake of the Italian original.

Le jeu (2018)
French remake of the Italian original.

Perfectos desconocidos (2018)
Mexican remake.

Wanbyeokhan tain (2018)
Korean remake of the Italian original.

Shoujikuang xiang (2018)
Chinese remake of the Italian original

Gromkaya svyaz (2019)
Russian remake of the Italian original.

En total OCHO remakes y eso que la pelicula original es del 2016, y de ellos dos en español, parece raro que todavía no hayan sacado la versión yanqui...

[loperena]

Estos días pasados he estado en Madrid y he visto que en el Reina Victoria representan la versión teatral (lo que no sé es si también hay varias...)

[montagut]

Otro caso de remakes a la carrera es la película chilena "Sin Filtro" del 2016, que si miramos en IMDB vemos que ya cuenta con tres:

Una Mujer Sin Filtro (2018)
Mexican remake of the Chilean movie

Sin rodeos (2018)
Spanish remake

Re loca (2018)
remake

https://www.imdb.com/title/tt4843012/

Solo que en este caso los tres remakes son en español ("Re Loca" es argentina)

[rubeum]

Son meras estrategias de marketing, aunque en mi opinión como analista este debate nos sitúa ante una de las consecuencias más letales del proceso de globalización cultural. Es cierto que Hollywood siempre ha jugado con el poder evocador de la nostalgia, algo que, desde la llegada de la televisión, se combinó con la continuidad en sagas de filmes considerados de culto y el desarrollo de agresivas campañas de publicidad ligadas a este tipo de eventos, que las productoras recrean como supuestos procesos de visionado inmersivo - y nada más lejos de la realidad-. Pero también es verdad que en los últimos años vivimos una alocada carrera de remakes, con versiones casi coetáneas de títulos como los que citáis. Aquí entran de nuevo en juego factores económicos, mezclados con elementos de publicidad. La crisis que vive el cine a nivel global ha llevado al retraimiento de la inversión en el sector. Las productoras prefieren apostar por la presunta seguridad que ofrecen ese tipo de productos cara a la taquilla: un éxito de público en Francia, argumentan, debe serlo en cualquier otro lugar, en un mundo uniformizado por la globalización. De ahí que títulos como Bienvenidos al Norte o Intocable hayan conocido todo tipo de adaptaciones y remakes, más o menos reconocidos. Se busca la seguridad que provoca en el público un producto conocido y ya testado en un contexto sociocultural muy similar antes que apostar por nuevos proyectos, dado el riesgo que ello implica. Baste un dato al respecto; este hecho viene a coincidir con el desarrollo de nuevas plataformas como Amazon o Netflix, que además de una revolución en el sector de la distribución, han supuesto un auténtico revulsivo en el proceso de producción, al apoyar propuestas cinematográficas más o menos novedosas y arriesgadas -como Roma de Cuarón o el controvertido western de los hermanos Coen- que de otra manera hubieran visto difícilmente la luz.
A esto yo añadiría lo que de momento yo sólo me atrevo a presentar como una mera sospecha, la falta de creatividad de muchos guionistas unida a la realidad de un sector que, como el resto de la cultura occidental, vive horas bajas, en un mundo atenazado por el desencanto y la ausencia de originalidad. Posiblemente, futuras investigaciones podrán corroborar - o refutar- lo que, por ahora, repito, es tan sólo una mera intuición. Pero, en cualquier caso, es el síntoma más evidente del agotamiento de un determinado modelo cultural ligado a la globalización neoliberal.

[eulsus]

Es evidente que hay una crisis creativa enorme en el sector a nivel mundial, de etiología multifactorial, aunque en cierto modo comprensible, porque con el paso de los años ya está casi todo inventado en el 7º Arte. El Cine no puede ser inmune, al relativismo moral cosustancial a la Socialdemocracia que todo lo invade.

En el caso español, las subvenciones y el no tener que ingeniárselas para sortear la Censura son dos aspectos que me imagino habrán influído de manera notable en ello.

Lo que se mantiene bastante invariable es la futilidad artística de los remakes, que en contadísimas ocasiones han logrado superar a los originales (salvo honrosas excepciones como las de Douglas Sirk con los films de John M. Stahl, que yo personalmente ni siquiera considero que se puedan calificar como tales).

[rubeum]

Coincido contigo. Es efecto, falta de creatividad, ligada a un modelo de trabajo -tanto en guionistas como realizadores- que nada tiene que ver con los modos de trabajar de grandes realizadores como Douglas Sirk. En este último caso, habalmos de auténticos creadores, verdaderos artesanos del cine que enfocaban los remakes como una propuesta de adaptación personal, una obra diistinta sobre un título conocido- ahí entra el poder evocador de la nostalgia- con la impronta personal de su realizador. Hoy, este concepto se perdió, y vemos películas que repiten una y otra vez los mismos esquemas, con ligeras modificaciones de aspectos locales. Así son las propuestas culturales de la globalización: igual que cuando visitamos una ciudad, apenas distinguimos sus señas de identidad, en una sucesión idéntica de franquicias que se repiten de uno a otro lado del mundo, así nos bombardean con repeticiones casi idénticas, encaminadas a convencernos de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Una táctica que, como sabes, anticipó Goebbels, y que hoy se ha convertido en el pan nuestro de cada día en el terreno de la manipulación mediática.
Sólo discrepo en un aspecto. No creo que todo se haya dicho ya en el mundo de la séptima arte, igaul que en el resto de las catividades artísticas y de pensamiento. Considero, eso sí, que falta valentía por parte de los nuevos realizadores - algo obvio, en un mundo que detesta el riesgo asociado a caulquier posibilidad de cambio-, posiblemente por la falta de apoyo económico pero también por la asusencia de compromiso tanto en los realizadores como en el público. Vivimos en un mundo en acelerado proveso de involución, a todos los niveles, y en el marco de un proceso de deterioro ambiental irreversible, con las dramáticas consecuencias que ello supone. ¿Será capaz de romper el mundo del cine los corsés impuestos por un modelo social y político ridículamente obsoleto, y participar de forma activa en el necesario proceso de cambio que se avecina? Y la clave: ¿está preparado realmente el público para participar activamente en este proceso?

[eulsus]

Rubeum, por supuesto que no está todo dicho en el Cine y siempre habrá margen para la innovación.

En cualquier caso, se puede seguir haciendo buenísimo cine siguiendo los modelos clásicos establecidos, pero hacen falta buenos guiones e ideas, que por el momento escasean, de ahí que nos sirvan tantos refritos.
Afortunadamente tenemos CinefórumClásico para nutrirnos de buen cine durante el resto de nuestras vidas, aunque ya no se hicieran más películas nuevas.

En cuanto a las nuevas plataformas que comentabas -Netflix, Amazon, HBO, etc-, coincido en que constituyen una bocanada de aire fresco, pero me preocupa la excesiva diversificación que intuyo que va a seguir produciéndose en ese sector, por el perjuicio económico que supondrá para los usuarios.
Apple acaba de sumarse con una plataforma de streaming.

[mrjinx]

al relativismo moral cosustancial a la Socialdemocracia que todo lo invade.

¿Me pué egplicá ezo?

[professor keller]

No creo que haya una crisis de creatividad. In Fabric, El último film de Peter Strickland, por ejemplo, es una buena muestra de originalidad. Lo que no hay es riesgo empresarial: nadie pone dinero para una película de mediano presupuesto a menos que el film garantice beneficios extraordinarios (duplicar o triplicar el dinero, que era lo habitual en los sesentas y setentas para una película por fuera del mainstream, como cualquiera de Pakula, Mazursky o Fassbinder, ya no es más una opción, porque en esos montos hoy la especulación financiera deja más dinero). La industria está enteramente volcada al blockbuster. Eso explica la cantidad de remakes, que no son más que una manera de subirse a un proyecto de éxito ya probado, que garantice la inversión.

https://youtu.be/Eekp6WNRkQE

[rubeum]

A eso me refería, querido Keller. Hay propuestas interesantes que infelizmente nunca ven la luz, como consecuencia de un modelo de negocio volcado enteramente en la especulación y el beneficio rápido. Y guionistas y realizadores con el suficiente arrojo para huir de los modelos establecidos, y apostar por otras vías de financiación, incluyendo el crowdfunding y la producción cooperativa, ante la imposibilidad de sacar adelante sus proyectos. Y luego están el resto, decenas de guionistas y directores que ejecutan sus propuestas en serie, como si de la cadena de producción de una fábrica se tratara. No sé en Argentina, pero al menos, en el caso español, este fenómeno está muy relacionado con la explosión de las universidades privadas - y de masters -maestrías relacionadas con el creciente negocio audiovisual, en muchos casos de dudosa calidad científica- y el mecenazgo en ascenso de determinados grupos mediáticos. Pongo un ejemplo: A3Media -emporio mediático de claro cuño conservador- ha retomado la idea de varios filmes de éxito, convirtiéndolos en series -remakes de televisión interminables y ridículas, con guiones disparatados que no son sino el resultado de un determinado modelo de gestión que ha acabado por devaluar el papel de los creadores.
Para concluir, y en respuesta al compañero eulsus. La diversificación ya es un hecho - el mundo audiovisual no es sino una de las muchas burbujas a explotar por este neocapitalismo bulímico y carroñero-, tanto que creadores como Spielberg h n tenido que terminar pasando por el aro, pese a sus postura de oposición inicial. Lo que no hay duda es que finalmente el propio mercado acabará regulando el sector, que terminará siendo controlado por un reducido grupo de empresas, como siempre acontece en el capitalismo. Otra cuestión es valorar las consecuencias que la proliferación de formatos tendrá para el espectador. Como sabes, existe un importante debate al respecto. Diferentes creadores y expertos opinan que la desaparición de las salas de cine, tal y como se concibieron en el siglo XX, tendrá importantes consecuencias, al terminar convertido el hecho cinematográfico es un mero acto de consumo individual más. Otros opinamos, por el contario, que dicha multiplicación de pantallas supondrá una auténtica segunda revolución para el cine, y que sus efectos como elemento para el análisis social se verán ampliados, siempre y cuando el público cuente con los elementos críticos necesarios. Pero eso daría pie para otro debate, sobre todo en España. A mí siempre me ha sorprendido que Portugal, donde ejerzo mi actividad como docente e investigador, cuente, desde hace años con un plan nacional de literacia mediática - allfabetización en cultura audiovisual-, presente ya en la escuela primaria, siguiendo el ejemplo de varios países de nuestro entorno y las recomendaciones de la propia UE, y que en España, donde el mundo de la educación se desenvuelve a base de ocurrencias del responsable político de turno, este tema permanezca prácticamente ignorado. Pero no es de extrañar. Como pude comprobar hace unos días, el mundo de la cultura- como casi todos los temas decisivos para nuestro futuro, desde las relaciones con nuestro entorno sociopolítico europeo al irreversible cambio climático y sus dramáticas consecuencias- fue el gran ausente en los debates electorales. Salvo cuatro referencias, muy básicas, de Pablo Iglesias, el resto de los candidatos se limitaron a expresar su apoyo al mundo de la cultura y bla, bla, bla, en apenas un minuto. También en ese aspecto estamos condenados los españoles a ser diferentes?