Todavía hay gente que sabe programar. En general el problema no son los programadores, sino las empresas de contenidos audiovisuales (incluyendo en muchos casos, al propio estado, que también privilegia los beneficios económicos por sobre los culturales, al menos aquí) que elijen programadores acordes a sus propósitos comerciales.
Más claro, Dan Curtis:
https://youtu.be/GGsQUFO2xfc